Leyendo la web de pokerchile me encuentro con esta noticia de un jugador profesional Peter "Zupp" Jepsen
El pro danés tenía todo lo que la mayoría de aficionados al poker han soñado: dinero, patrocinadores, algunas inversiones al margen del tapete y una maravillosa novia enamorada de él. Sin embargo, durante 2009 su vida dio un giro inesperado y repentinamente todo le empezó a ir mal. Había comenzado el principio del fin no sólo de su carrera sino prácticamente de su vida.
Todo empezó cuando no consiguió ganar ni un solo torneo durante todo el año, ni siquiera logró ganar ningún big pot para reponerse en las mesas de cash de los casinos a los que acudía.
Por si esto fuera poco frustrante (¡qué puede ser más frustrante para un jugador de poker!) sus inversiones no fueron todo lo acertadas como se esperaba y los compañeros a los que había prestado dinero en el pasado se esfumaron sin dejar rastro y, claro está, sin devolverle ni un sólo dólar. Después de todo esto, Peter "Zupp" Jepsen quedaba en la más absoluta bancarrota.
Por increíble que parezca, sus problemas económicos tan sólo se convertirían en el principio de sus problemas personales. La caída libre del danés estaba a punto de empezar.
A los pocos meses, Peter contrajo la gripe porcina y, tan pronto se recuperó, se fracturó un pie. El percance no tendría por qué haber entrañado más gravedad de no ser porque se le detectó una inflamación crónica en uno de sus pies que le provocaba colateralmente fuertes dolores de cabeza.
Tras esto, su novia, la mujer de su vida, le dejó. Fue la gota que colmó el vaso. Peter "Zupp" Jepsen, el hombre que lo había tenido todo se había quedado sin nada.
“El camino que atravieso no tiene una fácil salida. Hay una pistola y un banco a mi izquierda y una soga y un ataúd a mi derecha. Delante de mis ojos tan sólo veo un desierto interminable”, aseguraba Peter Jepsen en una entrevista reciente.
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